Cebollas en aceto
Los árabes y persas desarrollaron felizmente esta técnica culinaria de conservación. De Las mil y una noches pasó al Libro de los Guisados de Ruperto de Nola en 1520. De ahí en adelante se ha escabechado todo lo escabechable. Y entre las posibilidades posibles de escabachamiento las cebollas en aceto balsámico de Modena podrían ser consideradas uno de esos logros insuperables.
Necesitas:
cebollas pequeñas
agua y sal
aceto balsámico de Modena
vinagre de vino
dientes de ajo
pimienta negra
laurel
¿Cómo se hace?
1. Pelar las cebollas, cortar ambos extremos y hacerles una cruz
hundiendo el cuchillo unos pocos centímetros.
2. Colocarlas en una salmuera - 3 cucharadas de sal por un litro de agua -
y dejarlas empaparse durante dos días.
3. Sacar y secar las cebollas sin lavarlas.
Ponerlas en un frasco conservero junto con unos 4 dientes de ajo pelados,
unos 10 granos de pimienta negra entera y unas dos hojas de laurel.
Rellenar el frasco con una proporción de 70% de aceto balsámico y
30% de vinagre de vino.
NOTA:
Luego de un mes estarán buenas, dos meses después maravillosas, tres meses más tarde sin par, &c.