Ghee

Un original antiquísimo de egipto, el medio oriente y muy utilizado en la India. Mediante un proceso de lenta ebullición se pueden retirar las proteínas y componentes lácteos, brindando una mantequilla libre de impurezas, grasas trans, colesterol, microbios y enzimas que harán que este dorado semi sólido dure meses sin refrigerar.
Alquimia moderna para la producción de oro comestible.

Necesitas:

500g. mantequilla sin sal

¿Cómo se hace?

1. Colocar la mantequilla en una olla o sartén de teflón o acero inoxidable
(nunca aluminio) y colocarla sobre fuego indirecto, sobre un tostador por ejemplo.

2. Seguir el sonido constante del hervor mientras se forma
una capa de espuma en la superficie.

3. Quitar con una cuchara de madera los excesos de espuma,
cuidando de no perturbar los sólidos que se irán acumulando en el fondo.

4. La cantidad de espuma se reducirá considerablemente luego de unos
20 a 30 minutos. Una manera de saber si el ghee está listo es
introduciendo un algodón o servilleta de papel y luego colocarlo al fuego:
si chisporrotea todavía hay impurezas que deben evaporarse
o extraerse, si se quema en silencio el ghee está terminado.

5. Verter en un recipiete esterilizado y esperar a que se enfríe,
solidificándose.

6. Tapar y guardar en un lugar seco y fresco.
Tendrá una consistencia semi sólida y un ligero sabor a caluga.