La repostería árabe debe ser una de las más tentadoras y dulces del planeta. El uso de la miel, la canela, los frutos secos, los almíbares y el azahar son capaces de persuadir a cualquiera y dejarlo sumido en la mansedumbre. Recetas destacadas hay muchas pero la que aquí presento es una que afortunadamente mi hermana rescató del Libro de la Gran Repostería que descansaba en la biblioteca de nuestra casa.

Necesitas:

175g de mantequilla
3 huevos
205g de azúcar
chorrito de esencia de vainilla
1 cucharadita de polvos de hornear
150g de harina
5 cucharadas de crema
80g de miel
1/2 cucharada de canela en polvo
ralladura de 1/2 naranja
150g de almendras o nueces

¿Cómo se hace?

1. Derretir 75g de mantequilla y dejar entibiar.

2. Batir 3 huevos con 125g de azúcar y un chorrito de vainilla.

3. Agregarle 3 cucharadas de crema y la mantequilla tibia.

4. Tamizarle 150g de harina y la cucharadita de polvos de hornear.

5. Incorporar con movimiento envolvente para garantizar su posterior esponjosidad.

6. Enmantequillar un molde y vertir la mezcla. Hornear 10-12 min hasta que se note una superficie firme pero no dorada.

7. Aparte derretir 100g de mantequilla, 80g de azúcar, 80g de miel, 2 cucharadas de crema, 150g de almendras o nueces molidas toscamente, 1/2 cucharada de canela en polvo, la ralladura de 1/2 naranja y llevar a un hervor siempre revolviendo hasta que esté todo homogeneizado.

8. Vertir esta mezcla sobre el pastel y hornear 12 a 15 minutos o hasta que se vea una capa dorada de dulce gloria dentro del horno.

9. Dejarlo enfriar para retirar del molde sólo para comerlo sin restricción alguna.