Horchata de almendras
Especulaciones y desinformaciones llevaron a la leyenda:
una moza le da a probar una bebida blanca al Rey de Aragón, Jaume I, quién complacido por su sabor preguntó: "¿Qué es aixo?" (¿Qué es esto?) a lo que la moza respondió: "Es leche de chufa" y Jaume replicó diciendo: "¡Aixo no es llet, aixo es or xata!" (¡esto no es leche, esto es oro, guapa!) Esta coqueta conversación nombraría esta delicadeza.
Originalmente es preparada con chufa, un tubérculo Sudanés típico en Valencia. Es una receta antigua, anterior a los libros y actas de 1700, sin duda llevada por árabes a España por ahí por el siglo VIII.
Como hoy me encuentro a 10,851 kms de esta ciudad de los jazmines, el azahar, las pipas, la mascletá y cuna de mi abuela, Vicente y la Paquita, habremos de prepararla con la noble mandorla o almendra.
La paciencia y el cuidado son dos excelentes colaboradores para alcanzar un vaso inolvidable y sumamente nutritivo de horchata.
Necesitas:
300g de almendras
1.7 litros de agua
corteza de un limón
palillo de canela
16 cucharadas o 150g de azúcar
mortero o molinillo
¿Cómo se hace?
1. Poner las almendras en agua recién hervida apartada del fuego
durante 10 minutos para luego soltar la cáscara marrón apretándolas
sin dispararlas por doquier, acto seguido secarlas con un paño.
2. Machacar las almendras en el mortero o molinillo.
3. Poner las almendras, limón, canela y azúcar en una olla limpia
y agregar el agua hirviendo. Dejar reposar entre 2 y 10 horas,
revolviendo un minuto a cada comienzo de hora.
4. Pasar por un cedazo fino de algodón hasta sacar la última gota,
embotellar y refrigerar.
5. Servir bien helado en pequeños vasos sólo para provocar el deseo de querer más.